lunes, 19 de noviembre de 2012

Rasputín - El Monje Loco



Grigori Yefímovich Rasputín fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la Dinastía Romanov.

Rasputín nació y se crió en un pequeño pueblo de Siberia Occidental llamado Pokróvskoye. Este pueblo pertenecía entonces a la región de Tobolsk, actual Óblast de Tiumén.

Rasputín fue singular desde su más tierna infancia, en la que se arrancaba los pañales. Le resultaba muy difícil concentrarse y no sabía relacionarse con otros niños. Según su hija, a los catorce años, la idea de que "el reino de Dios está en nosotros" le hizo "correr a esconderse en el bosque, temeroso de que la gente notara que le había ocurrido algo inimaginable". Cuando se hubo recuperado volvió a casa con "la sensación de una luminosa tristeza".

Más o menos a esa edad, harto de soportar de que otros niños le llamasen "enclenque", un día se revolvió y les dio una tunda. Aunque se arrepintió de aquello, pues no era violento, se hizo más sociable desde entonces, y era capaz de ir al mercado de Tiumén (80 km al oeste) a vender el centeno de su padre.

Pero en conjunto Rasputín siguió siendo un muchacho demasiado disperso como para convertirse en un hombre de provecho. Empezó a beber y lo detuvieron junto con otros por el robo de unos caballos. Finalmente la asamblea rural lo absolvió, aunque los demás fueron desterrados a Siberia Oriental.

Cuando tenía alrededor de 18 años se marchó a meditar al monasterio de Verjoturye (Óblast de Sverdlovsk), aunque también es posible que fuera enviado allí como pena por robar. Su experiencia durante los 3 meses escasos que permaneció en el recinto claustral, junto con una visión de la Virgen que presenció a la vuelta del monasterio, lo llevaron a convertirse en un místico. Ingresó poco después en un grupo sectario que separado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, escisión de la Iglesia de los Viejos creyentes conocida como los jlystý o khlysty (en ruso Хлысты́), flagelantes o azotados, también llamados Gente de Dios, fundado por Danila Filippovich, en 1631, en la provincia de Kostromá, en Rusia.

Los jlystý creían que para llegar a la fe verdadera hacía falta el dolor. En las reuniones de esta secta las fiestas y orgías eran constantes y Grigori se convirtió en un acérrimo integrante. El ingreso en esta congregación marcó al profeta siberiano de por vida, y explica la notoria vida sexual que tuvo en años posteriores y que acabó ennegreciendo su reputación de hombre santo.

Doctrina:

Según su doctrina, Jesús se reencarna periódicamente en un ser humano; el intercambio físico con este elegido (en quien habita un dios o bien el fuego de dios), terminaría por abolir y transformar el pecado en virtud. Enseñaban que dentro de cada ser humano habita una pequeña chispa divina -la llama interna-, y el reconocimiento de esta esencia mágica dentro de cada hombre era suficiente para liberarse de cualquier tipo de restricciones, ya fueran sociales, sexuales o intelectuales.

En sus asambleas, se azotan con ramas o telas entorchadas; entran en comunicación con el Eterno durante sesiones de éxtasis y de trance colectivo, donde realizan bailes giratorios, se embriagan y practican una frenética actividad sexual, seguida de un arrepentimiento contrito y angustiado, de donde salen purificados.

Celebraban a antiguos dioses eslavos, como Yarilo y Rusalka, que eran la personificación de la pasión y el deseo, y al Domovói, el genio tutelar.

Esta doctrina tiene un gran parecido a la predicada por los Hermanos del libre espíritu.

Tras abandonar la secta conoció a un iluminado llamado Makari, el cual ejerció una enorme influencia sobre Rasputín.

En 1901, se marchó de su región natal y se hizo peregrino. Estuvo dos años viajando por tierras eslavas, Grecia y Tierra Santa. Aprendió mucho de historia, esoterismo, teosofía, viejas religiones y tradiciones. En 1903 vuelve de nuevo a Rusia. Deambula por las calles de San Petersburgo siendo considerado como un adivino popular y empezó a albergar el objetivo de relacionarse con la familia real.  

Influencia en la monarquía rusa:

En 1903 llega a San Petersburgo recibido como un hombre santo. Cinco años más tarde, en 1908 fue presentado a la esposa del zar, Alejandra Fiódorovna, quien ya había oído hablar de sus supuestos poderes curativos. La zarina piensa en Rasputín para poder tratar la hemofilia que padece su hijo Alexis Nikolaiévich, el heredero del trono ruso, y que ningún medico había logrado curar. La mejoría de la enfermedad del niño, a través de la hipnosis, le hace ganarse la confianza del propio zar Nicolás II y de su mujer, introduciéndose en el propio círculo familiar.

Cuando comienza la primera guerra mundial, el zar asume el mando del ejército ruso, haciéndose Rasputín con el control del gobierno. Llega a aglutinar tanto poder que cualquier cuestión hay que trasladársela para que de su opinión al respecto.
Su profunda influencia en la corte imperial y la mala reputación que se va ganando con sus orgías, conocidas por el pueblo, escandaliza a la opinión pública que comienza a llamarlo con el apodo de “El Monje Loco”.

La aristocracia comienza a odiarlo, pero no puede poner freno al halo místico que lo rodea, y a la influencia casi absoluta que desprende con su oratoria.

Fue entonces cuando un grupo de aristócratas decide asesinarlo. La noche del 29 al 30 de diciembre de 1916, el príncipe Yusupov, pariente directo del zar, junto con Purichkevich, el doctor Sukhotin y el conde Demetri Pavlovich, preparan su asesinato.

Invitan a Rasputín a una cena en su palacio y organizada en su honor para esa noche, donde le dan de comer una fuente de pasteles que contenían una dosis de cianuro capaz de matar a un elefante. El invitado se la come sin mostrar reacción alguna. 
Desesperado porque el plan no funciona, Yusupov saca una pistola y le dispara tres veces a Rasputín a bocajarro. Éste cae y todos lo toman por muerto. Mientras discuten qué hacer con el cadáver, Rasputín se levanta y ataca a Yupusov que atónito piensa que es inmortal.

El monje se arrastra hasta la puerta e intenta salir del palacio pidiendo ayuda. Los cuatro nobles lo golpean salvajemente hasta partirle el cráneo.

Los asesinos piensan que ya ha muerto, pero increíblemente sigue respirando. Entonces lo atan de pies y manos, y envuelto en una alfombra lo arrojan al río Neva.
Cuando el cuerpo fue encontrado, uno de los brazos estaba desatado. La autopsia increíblemente desvela que ha muerto ahogado.

Utilizando sus poderes de clarividencia, meses antes de morir, el “monje loco” escribiría las siguientes líneas al Zar que se encontraba luchando en el frente: 

"Siento que moriré antes del primero de Enero... si soy asesinado por plebeyos, y especialmente por mis hermanos los campesinos rusos, nada tendrás que temer... tu trono se asentará por cientos de años y tu hijo será Emperador y Zar. Pero si soy asesinado por nobles, mí sangre permanecerá en sus manos por veinticinco años. Tendrán que abandonar Rusia, los hermanos se enfrentarán a los hermanos, el odio dividirá las familias y el país se quedará sin nobleza o Imperio..."

En 1917 el Zar Nicolás II abdica y al año siguiente él y su familia son ejecutados. Los nobles, entre los que se encuentra Yusupov, tienen que huir del país. La era de los Zares en Rusia había llegado a su fin. 

Para ver biografía de Rasputín favor de cliquear en el siguiente enlace:


Publicado por Karborium.blogspot.com

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